El sistema inmunitario nos defiende constantemente frente a agresiones procedentes del exterior así como del propio organismo, con el fin de mantener la integridad biológica de nuestro organismo.

Todos los mecanismos de defensa de los cuales nuestro sistema inmunitario dispone y pone en marcha para proteger a nuestro organismo se pueden agrupar bajo el término de “respuesta inmune”.

Hay dos tipos de respuesta inmune, que aunque distintas, actúan de manera coordinada e integrada:

-Respuesta inmune innata (natural, inespecífica)

-Respuesta inmune adaptativa (adquirida, específica)

La piel y las mucosas constituyen la primera barrera defensiva contra microorganismos que intentan penetrar en nuestro cuerpo. Cualquier agresor que consigue pasar esta primera línea defensiva, por ejemplo a causa de una herida en la piel, tendrá que enfrentarse al sistema inmunitario innato, nuestra segunda línea de defensa.

En este vídeo os explicamos cómo funciona la respuesta inmunitaria innata.

Cuando elementos extraños a nuestro organismo, como por ejemplo bacterias, penetran en nuestro tejido y empiezan a multiplicarse, los monocitos circulantes se diferencian a macrófagos.

Seguidamente, éstos liberan citoquinas pro-inflamatorias como la interleuquina 1 o el factor de necrosis tumoral alfa para reclutar otros macrófagos en el sitio de la infección.

Los macrófagos activados liberan citoquinas como la interleuquina 6 o el interferon alfa y beta para activar las células endoteliales.

De esta forma, se favorece el paso de otros neutrófilos de la sangre a los tejidos. Los neutrófilos acuden en el lugar de la infección, ayudando a los macrófagos a eliminar las bacterias.

Después de la destrucción de las bacterias, el macrófago se encarga de la limpieza del lugar de la infección.

En la mayoría de casos, el sistema inmunitario innato es capaz de detectar y destruir a la mayor parte de agentes nocivos. Sin embargo, en algunas ocasiones, este sistema de protección es insuficiente para defender eficazmente a nuestro organismo. Afortunadamente, el ser humano como los otros vertebrados disponen de una tercera barrera de defensa: el sistema inmune adaptativo.

1 Comentario

Deja tu comentario

Avisamos a los usuarios que al dejar un comentario en este blog se solicitan datos como un nombre que podrá ser de carácter público y por tanto visible por todos los usuarios. La dirección de correo electrónico no será publicada. El usuario que introduzca un comentario debe tener presente que sus publicaciones podrán ser conocidas por otros, por lo que DIMI S.L no se hace responsable de los contenidos que libremente haya publicado o compartido el usuario. Por la presente, el usuario mismo es el principal responsable de su privacidad. Para más información sobre nuestra política de protección de datos consulte nuestro Aviso legal.

¿Quieres seguir descubriendo tu sistema inmunitario?

Suscríbete a la newsletter trimestral y te contaremos todas las claves sobre tu sistema inmune: sus funciones, importancia y cómo cuidarlo.