Ante una agresión a nuestro organismo, sea de naturaleza externa (ej. patógenos, tóxicos) o interna (ej. células procancerígenas), el sistema inmune nos defiende con una serie de procesos que normalmente conllevan inflamación, como la fagocitosis. En esta respuesta natural participan actores celulares y moleculares, que coordinan el proceso desde su inicio hasta su resolución. Aunque a veces tendemos a pensar que nos hemos curado una vez que la “amenaza” se ha resuelto, en realidad, nos curamos cuando el tejido está perfectamente restablecido y ha recuperado sus funciones previas.

Por ejemplo, si la agresión es causada por un microorganismo, la respuesta inflamatoria innata conlleva por un lado la eliminación del patógeno por células inmunes específicas, mediante un proceso llamado fagocitosis y, posteriormente la puesta en marcha de vías destinadas a cicatrizar y recuperar el tejido lesionado.

Pero… ¿La fagocitosis solo se utiliza para destruir un agresor?

En realidad, estos procesos inmunitarios ocurren también durante el proceso natural de renovación celular. En este caso, su objetivo no es eliminar un “agresor” sino eliminar las células muertas o restos celulares y favorecer la creación de nuevas células.

Fagocitosis y eferocitosis. Más que limpieza celular

Los restos de tejidos y células que han muerto, sea durante la renovación celular natural, o apoptosis, o bien sea a raíz de un proceso inflamatorio en la que ha habido destrucción tisular, son eliminados del medio gracias también a un proceso de fagocitosis que llevan a cabo los macrófagos, monocitos, neutrófilos y otras células especializadas. En este caso concreto, el término utilizado para referirse a la eliminación de células muertas por parte de los macrófagos es eferocitosis. Su función es dual:

  1. Limpiar y destruir células inservibles y restos celulares de la apoptosis.
  2. Promover efectos antiinflamatorios, la reparación, renovación y remodelación del tejido. (Por ejemplo, activando vías de señalización intracelulares destinadas a producir citoquinas antiinflamatorias como interleuquina 10 y el factor de crecimiento transformante beta.

¿Sabías qué…?

Los procesos celulares de fagocitosis y eferocitosis implican un gasto energético para las células. Todo este trabajo interno y externo del macrófago es soportado principalmente por sus mitocondrias, verdaderas fábricas químicas responsables del metabolismo.

Bibliografía

  1. Rosales C, Uribe-Querol E. Phagocytosis: A Fundamental Process in Immunity. Biomed Res Int. 2017;2017:9042851. doi:10.1155/2017/9042851
  2. Kourtzelis I, Hajishengallis G, Chavakis T. Phagocytosis of Apoptotic Cells in Resolution of Inflammation. Front Immunol. 2020;11:553. Published 2020 Mar 31. doi:10.3389/fimmu.2020.00553
  3. Fernanández-Ruiz, I. Mitochondrial fission is crucial for efferocytosis. Nat Rev Cardiol 14, 696 (2017). https://doi.org/10.1038/nrcardio.2017.162

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