La absorción por el circuito linfático constituye unos de los principios básicos en los que se apoya la eficacia de la Micro-Inmunoterapia.
El sistema linfático es muy importante para el mecanismo de defensa de nuestro organismo, ya que entre sus funciones principales destacan la filtración de sustancias que producen enfermedades, como bacterias y células cancerígenas, y la producción de glóbulos blancos, como linfocitos, monocitos y células plasmáticas, encargados de destruir a estos agentes nocivos. También es el sitio de encuentro entre las células de defensa con los agentes patógenos que circulen por la linfa, iniciando así la respuesta inmune. Se puede decir que el sistema linfático es a nivel fisiológico el lugar, donde se toman las decisiones de la reacción inmunitaria.
Los componentes del sistema linfático están distribuidos por todo el cuerpo. Algunas de las zonas en las que se concentran numerosas uniones linfoides, como el anillo de Waldeyer, los ganglios, las amígdalas, las vegetaciones adenoides y otras, son la boca y el cuello, lo que asegura la riqueza en esta zona de células del sistema inmunitario.
Este aspecto se ha tenido en cuenta en la toma de los medicamentos de Micro-Inmunoterapia, que son administrados por vía sublingual: Los medicamentos se presentan en forma de cápsula-dosis, que tienen que ser abiertas y su contenido depositado bajo la lengua donde se funde lentamente. De esta forma, la información contenida en esta cápsula-dosis, al entrar en contacto con la amplia superficie de la mucosa sublingual y ser absorbida, llega directamente al centro del combate inmunitario del circuito linfático.
La presentación en forma de cápsula-dosis y el modo de absorción sublingual garantizan la perfecta transmisión del producto a la red linfática, base de la coyuntura de la Micro-Inmunoterapia.