Hoy en día estamos sometidos a tal sobresaturación de información que resulta difícil saber qué es cierto y qué no.
La red está plagada de noticias sin criterio y sin fuentes reales, creadas por inteligencia artificial o personas que no saben suficiente de lo que están hablando.
Y luego están las mentiras o verdades a medias que se transmiten de boca en boca, como el herpes labial… ¿O será ese otro mito?
Desde Labo’life queremos aclarar qué hay de cierto o falso detrás de los 10 mitos más extendidos sobre el herpes labial, su contagio y su tratamiento.
Y lo hacemos después de más de 30 años trabajando en soluciones para equilibrar el sistema inmunitario.
Qué hay de cierto en los mitos del herpes labial
Mito 1. Si no hay lesiones, no hay virus
Una vez que el virus del herpes simple (VHS) te infecta por primera vez, permanece en tu organismo para siempre, incluso cuando dejas de sufrir sus efectos.
Esto se conoce como fase latente, en la que el virus deja su material genético en los ganglios de tu sistema nervioso.
En ese estado es cierto que, a simple vista, no hay enfermedad. Sin embargo, la realidad es que lo único que ha desaparecido de forma temporal son sus síntomas, las lesiones faciales. Los virus permanecen en modo de espera, listos para activarse en cuanto tu sistema inmunitario baje la guardia.
Mito 2. Si no tengo pupas, no soy contagioso
Una persona infectada por el VHS 1 o 2 puede contagiar a otra incluso si no presenta lesiones visibles.
Esto se debe a que la fase activa del virus comienza con un pequeño picor o molestia en la comisura de los labios que puede tardar hasta 24 horas en desencadenar las ampollas típicas de esta infección.
Por lo tanto, el virus está activo en tu cuerpo antes de hacerse visible y cuenta con numerosas vías para contagiar a las personas de tu alrededor, por ejemplo:
- Diseminación por gotitas de saliva al hablar, toser o estornudar.
- Contacto directo a través de besos o relaciones sexuales.
- Contagio indirecto al compartir vasos, cubiertos, cremas, cosméticos o toallas.
Así, aunque es cierto que evitar el contacto directo con una lesión abierta reduce el riesgo de infección, no lo elimina por completo.
Mito 3. Si mi pareja tiene herpes y yo no, significa que me ha sido infiel
El virus del herpes labial es capaz de permanecer en fase latente durante largos periodos de tiempo, sin presentar síntomas.
Está tan extendido en la población, que lo habitual es contraerlo cuando aún somos niños, momento en el que la primera infección puede pasar desapercibida o confundirse con una gripe o resfriado común.
Además, su contagio no requiere de contacto directo, sino que puede transmitirse a través de gotitas de saliva en suspensión cuando alguien tose o estornuda, por ejemplo.
Por lo tanto, es probable que tu pareja entrara en contacto con el virus hace tiempo pero que su sistema inmunitario lo haya reprimido hasta ahora. También es posible que incluso tú lo tengas y aún no hayas sufrido una reactivación.
Mito 4. El herpes es resultado de una mala higiene corporal
El herpes labial está causado por una infección viral, no una falta de higiene.
Y como hemos visto, puede transmitirse por numerosas vías que no tienen nada que ver con la higiene personal: gotitas de saliva, besos, vasos o toallas que se comparten con personas portadoras del virus…
Dicho esto, si sufres un brote de herpes labial nunca está de más extremar las precauciones para reducir las probabilidades de contagio evitando compartir productos sensibles, dar besos o toser cerca de otros.
Mito 5. El herpes labial se puede curar
Una vez que sufres la primera infección por VHS 1 o 2, que suele ser más intensa que los brotes posteriores, este virus se queda contigo de por vida.
Se trata de la fase latente del virus, y ocurre cada vez que termina un brote de herpes labial.
Parece que te has librado del herpes, pero lo único que se ha curado son las molestas pupas y costras que genera. El material genético del virus viaja por el sistema nervioso para esconderse en los ganglios y pasar desapercibido a ojos de tu sistema inmunitario hasta la próxima ocasión.
A día de hoy, la medicina no cuenta con los medios necesarios para eliminar el material genético del VHS de nuestro cuerpo, por lo que el herpes labial carece de cura. Los antivirales tan solo tratan sus síntomas.
Y esto nos lleva al siguiente mito:
Mito 6. Si trato los síntomas, soluciono el problema
Es cierto que tratar los síntomas del herpes labial con antivirales ayuda a reducir uno de los principales problemas que lo causa: su impacto emocional.
¿Quién no ha cancelado una cita o evitado eventos sociales por vergüenza a dejarse ver con esas lesiones? Deseando que desaparezcan esas horribles costras para poder dejar de esconderse y recuperar la rutina.
Sin embargo, como dijimos en el mito anterior, el virus no se cura, solo se oculta. Por lo tanto, el problema sigue latente dentro de ti, listo para aguarte la fiesta en cuanto menos te lo esperes.
Mito 7. El herpes labial no es un problema grave de salud
Para una persona con un sistema inmunitario fuerte, el herpes labial no supone un problema grave de salud. Tan solo un inconveniente pasajero con mayor o menor grado de dolor y molestias.
Sin embargo, en personas con un sistema inmunitario muy débil (neonatos o individuos inmunodeprimidos), las infecciones de este virus pueden desencadenar complicaciones más graves, como retinitis herpética, encefalitis herpética y herpes neonatal.
En definitiva, tanto para bebés recién nacidos como en personas que han sufrido un trasplante de órgano o están siendo tratados con quimioterapia, es importante controlar los brotes de herpes labial en cuanto se presenten sus síntomas.
Mito 8. Solo las personas con sistemas inmunitarios débiles tienen herpes labial
Un sistema inmunitario sano y equilibrado también sufre bajadas de defensas de forma natural:
- En momentos con picos de estrés.
- Mientras combate otro tipo de infecciones.
- Cuando tomas medicamentos inmunosupresores.
- Tras fuertes cambios hormonales (adolescencia, ciclo menstrual).
- Con la exposición a radiación UV sin la protección adecuada.
Sufrir bajadas de defensas puntuales no significa que tu sistema inmunitario está debilitado, sino que su acción se ve reducida de forma temporal por causas externas.
Y ya sabes que el virus del herpes labial aprovecha cualquier momento de debilidad para contraatacar. Por eso tenemos la sensación de que el herpes labial sale siempre en el peor momento.
Por lo tanto, este mito también es mentira. Las personas con sistemas inmunitarios sanos también sufren herpes labial.
Mito 9. No puedo hacer nada para prevenir la reaparición del herpes labial
Aunque las bajadas de defensas sean algo natural, sí puedes ayudar a tu sistema inmunitario para que se mantenga ágil y equilibrado, impidiendo así que el virus entre en su fase activa.
Algunos de los métodos más eficaces para prevenir la reaparición del herpes labial son:
- Evitar las heridas abiertas en la zona y aplicar protección frente a la radiación UV.
- Hacer ejercicio moderado de forma habitual para estimular el sistema inmune.
- Evitar las situaciones de estrés crónico, alimentarte de forma saludable y practicar técnicas de relajación.
¿Ya lo has intentado todo y sigues sufriendo herpes labial varias veces al año?
Entonces puede que tu sistema inmunitario necesite ayuda de la microinmunoterapia, el tratamiento capaz de entrenar a tus defensas para que «recuerden» cómo combatir el herpes labial.
Los medicamentos de microinmunoterapia contienen una cantidad tan baja de principios activos como la que se da en tu cuerpo durante una respuesta inmune sana. Y, además, su composición incluye las mismas moléculas que producen tus células. Por lo tanto, aportan mensajes que tu cuerpo reconoce y en las cantidades fisiológicas habituales.
Esta medicación se puede comprar en farmacias sin receta y generalmente se tolera muy bien, por lo que pueden tomarla tanto niños como adultos, incluso en combinación con otros tratamientos.
Mito 10. Tratar el herpes labial es caro
Tanto los medicamentos que tratan los síntomas, como los antivirales o los tratamientos preventivos, tienen un precio asequible para la mayoría de los bolsillos.
Esto es especialmente cierto en el caso de un tratamiento preventivo como la microinmunoterapia, ya que tras ciclos de 2 a 6 meses puedes conseguir que tu sistema inmunitario aprenda a controlar el virus por mucho tiempo sin necesidad de continuar con la medicación.
Mantener a raya el herpes labial no supone un gran coste, especialmente si lo comparas con el coste emocional de las molestas pupas.
Si sufres herpes labial varias veces al año y quieres recuperar el equilibrio, pregunta en tu farmacia por la microinmunoterapia.