Llegan los 50 y empiezas a darle vueltas a todo. Al igual que una tormenta inesperada, los cambios de humor llegan sin previo aviso y se apoderan de ti. Tienes menos ganas de hacer las cosas. Esta reorganización hormonal se convierte en una etapa difícil para algunas mujeres.
¿Por qué la menopausia puede provocar ansiedad?
La menopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer, en la que disminuyen algunas de las hormonas responsables de la fertilidad y esto influye tanto en el cuerpo como en el cerebro. Por eso, es importante entender esta respuesta de tu cuerpo para poder afrontarla mejor.
El aumento de ansiedad y depresión en la menopausia se debe a cambios que se producen en tres esferas:
Cambios hormonales: el principal factor
A nivel individual los cambios hormonales pueden variar mucho y afectar a diferentes sistemas, incluido el sistema nervioso y el sistema inmunitario. Durante la menopausia, los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona disminuyen significativamente. Estas hormonas no solo regulan el ciclo menstrual, sino que también influyen en el cerebro y el sistema nervioso, afectando al estado de ánimo y la sensación de bienestar.
- La progesterona influye en el estado de ánimo, la sensación de miedo, los estados de inquietud, la percepción del dolor. Un nivel constante y alto de progesterona ayuda a afrontar el estrés y tener estabilidad psicológica.
- El estrógeno, por su parte, interviene en el crecimiento del cabello, la salud de la piel, la circulación sanguínea y la formación de huesos. Además, está relacionado con los niveles de neurotransmisores de tal forma que si bajan los niveles de estrógeno disminuyen los niveles de serotonina, responsable de la sensación de recompensa, satisfacción, seguridad y bienestar.
Como resultado de estos cambios se produce una caída del estado de ánimo pudiendo llegar a la depresión y ansiedad 1.
El impacto emocional de los síntomas físicos
Durante la menopausia, el equilibrio energético del organismo cambia y el metabolismo se ralentiza. Muchas mujeres notan un aumento de peso durante este periodo, aunque no hayan cambiado sus hábitos alimentarios o deportivos. Pueden aparecen también otros síntomas como sofocos, cambios en la distribución de la grasa, pérdida de elasticidad en la piel, flacidez, trastornos del sueño, agotamiento y apatía. La mujer puede percibir estos síntomas como frustrantes y desarrollar ansiedad o disminución de su autoestima. Imagina estar constantemente incómoda y fatigada; es comprensible que esto pueda impactar tu estabilidad emocional y generar sentimientos de ansiedad y estrés.
Por otro lado, desde los 45 hasta los 55 años es el periodo en el que la mayoría de mujeres alcanzan definitivamente la menopausia. Si durante estos años te ves sometida a un mayor nivel de estrés, es importante entender que esto también puede llegar a afectar a la ansiedad, a través de impactos en el sistema inmunitario. El estrés puede favorecer la inflamación, y potenciar un círculo vicioso en el que se puede favorecer la ansiedad o los síntomas depresivos 2.
Cambios en la identidad y rol social
A algunas mujeres les puede costar aceptar la entrada en esta nueva etapa de su vida. La pérdida de la fertilidad, aunque es un proceso fisiológico, significa probablemente un cambio de etapa vital: los hijos se van del nido, los padres se hacen mayores, pueden surgir problemas de salud mayor importancia o que nos exijan una mayor dedicación y esfuerzo. Los cambios en la percepción de uno mismo, así como en los roles sociales, puede ser también un factor desencadenante de ansiedad. El equilibrio psicológico y emocional puede ponerse a prueba con todo ello y derivar en un estado ansioso depresivo 3.
¿Cómo manejar la ansiedad durante la menopausia?
Reconocer que la ansiedad durante la menopausia es común y que no estás sola puede ser el primer paso para gestionarla. Hablar con un profesional de la salud puede brindarte estrategias y tratamientos personalizados. Técnicas como la meditación, el ejercicio regular, una alimentación equilibrada y el apoyo emocional de amigos y familiares también pueden ser de gran ayuda.
Además, es importante que sepas que si durante esta etapa también sufres estrés, es posible que esto potencie los síntomas de ansiedad y depresión, ya que el estrés afecta directamente al sistema inmunitario. El estrés favorece la inflamación, lo cual se relaciona con síntomas depresivos y ansiosos. Por eso, puede valer la pena apoyar la inmunidad durante esta etapa de transición en tu vida de mujer. En ese contexto, la microinmunoterapia puede ser una aliada para sobrellevar estos cambios. Gracias a su composición fisiológica y a su formulación en bajas dosis, este tratamiento imita los ciclos de respuesta inmunológica, proporcionando un enfoque más equilibrado y natural para regular la respuesta de tu cuerpo al estrés, a la inflamación y lidiar con los cambios hormonales.
Bibliografía
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- Alblooshi S, Taylor M, Gill N. Does menopause elevate the risk for developing depression and anxiety? Results from a systematic review. Australas Psychiatry. 2023 Apr;31(2):165-173. doi: 10.1177/10398562231165439. Epub 2023 Mar 24.