El sistema linfático es parte del sistema circulatorio y del sistema inmunológico. Está constituido por:

  1. la linfa: líquido compuesto por lípidos, glóbulos blancos y un número reducido de proteínas.
  2. capilares y vasos linfáticos: conductos que discurren a través de determinados órganos y tejidos, y que transportan la linfa. Los capilares linfáticos se agruparán en vasos linfáticos y desembocarán en los ganglios. Los vasos linfáticos más importantes son:
    1. Vena linfática: Recibe la linfa de la mitad derecha de la cabeza, tórax, y la extremidad superior derecha. Se trata del conducto que desemboca en el sistema circulatorio, concretamente en la zona de la yugular interna derecha y de la subclavia derecha.
    2. Conducto torácico: Recibe la linfa de las extremidades inferiores, pelvis, abdomen, extremidad superior izquierda y la mitad izquierda de tórax, cuello y cabeza. Verte la linfa en el sistema circulatorio, en la yugular interna izquierda de la subclavia izquierda.
  3. ganglios: nódulos de pequeño tamaño, distribuidos por todo nuestro organismo. Dentro de los ganglios hay células inmunológicas (los linfocitos) que entran en la linfa para acceder a todo el cuerpo y combatir cualquier tipo de infección.

El sistema linfático cumple, dentro de nuestro organismo, funciones tan esenciales como:

  1. Drenar el líquido intersticial excesivo producido por los tejidos.
  2. Transportar los nutrientes (proteínas, macromoléculas y lípidos) y el oxígeno hacia los tejidos para alimentar las células.
  3. En el caso de los lípidos y las vitaminas (A, D, E y K) se absorben en la zona digestiva.
  4. Recoger los desechos de las células muertas y gérmenes que se almacenan, con el objetivo de mejorar el funcionamiento del organismo.
  5. Recolectar desde la zona intestinal el Quilo (fluido con gran contenido en grasas, formado por bilis, jugo pancreático y lípidos producidos en el duodeno).
  6. Por último, reactivar el sistema inmunológico desempeñando una función defensiva. Los linfocitos (células linfáticas) son los encargados de reconocer y responder a cualquier agente extraño o anormal que circule por nuestro organismo.

Imagen: Wikipedia

5 Comentarios

  1. Flor María Martín del Campo Martínez Contestar

    Gracias por el artículo me gustó y fue de gran ayuda

    • Mi Sistema Inmune Contestar

      Gracias Flor María,

      Te animamos a continuar visitando nuestro blog

      Saludos

    • Mi Sistema Inmune Contestar

      Hola Yomi,

      gracias por tu comentario, nos alegra si te podemos ayudar y te animamos a seguir navegando por nuestro blog.

      Saludos

Deja tu comentario

Avisamos a los usuarios que al dejar un comentario en este blog se solicitan datos como un nombre que podrá ser de carácter público y por tanto visible por todos los usuarios. La dirección de correo electrónico no será publicada. El usuario que introduzca un comentario debe tener presente que sus publicaciones podrán ser conocidas por otros, por lo que DIMI S.L no se hace responsable de los contenidos que libremente haya publicado o compartido el usuario. Por la presente, el usuario mismo es el principal responsable de su privacidad. Para más información sobre nuestra política de protección de datos consulte nuestro Aviso legal.

¿Quieres seguir descubriendo tu sistema inmunitario?

Suscríbete a la newsletter trimestral y te contaremos todas las claves sobre tu sistema inmune: sus funciones, importancia y cómo cuidarlo.