El 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, cuyo objetivo principal consiste en la promoción de medios para aliviar la carga mundial de esta enfermedad.
Queremos aprovechar la ocasión para compartir con vosotros un artículo sobre el enfoque terapéutico que propone la microinmunoterapia en el tratamiento de esta patología.
¿Qué es el cáncer?
“Cáncer” es un término que se utiliza para designar un amplio grupo de enfermedades que tienen en común la mutación sucesiva de una célula inicialmente normal y la incapacidad del sistema inmune para detectar y eliminar a tiempo dicha célula. La evasión de la respuesta inmune permite la instalación de las células tumorales y el establecimiento del tumor, lo que favorece la tolerancia y la supresión inmune, promoviendo la propagación de dichas células en el organismo en forma de metástasis.
Es evidente que el sistema inmunitario juega un rol crucial en la prevención y el combate de esta enfermedad.
Aportación de la Microinmunoterapia
Todos los fenómenos que suceden durante el desarrollo de un cáncer son bien conocidos y ampliamente descritos en la literatura científica. Es en ellos en los que se basa la microinmunoterapia para desarrollar sus fórmulas específicas, destinadas a sostener el sistema inmunitario en su lucha contra agentes nocivos para el organismo.
La composición de estas fórmulas está programada en etapas o secuencias, incidiendo de forma alternativa en los diferentes eventos que desencadenan las patologías con el propósito de regular el sistema inmunitario según las diferentes etapas de cada patología.
Utilizando las propias armas de las células tumorales, es decir, a partir de una fórmula compuesta esencialmente de citoquinas y factores de crecimiento, la microinmunoterapia tiene como objetivo regular factores implicados en el crecimiento, supervivencia y proliferación de células cancerígenas.
La microinmunoterapia no pretende sustituir tratamientos convencionales, como la quimioterapia o la radioterapia, sino complementarlos, siendo, por su naturaleza, compatible con cualquier otro tratamiento. Nunca se tiene que interrumpir una terapia convencional para instaurar una terapia de apoyo como la microinmunoterapia.