Anteriormente hablamos sobre los distintos tipos de linfomas y las causas que parecen estar asociadas a su aparición (ver artículo). A continuación vamos a profundizar en esas causas que, según la Sociedad Americana del Cáncer, parecen aumentar la incidencia de linfoma tipo no Hodgkin.

Los linfomas están producidos por la replicación descontrolada de linfocitos, lo cual hace pensar que alteraciones que se produzcan a nivel de la regulación del sistema inmune pueden favorecer el desarrollo de un linfoma. Dichas alteraciones pueden derivar, por ejemplo, de:

  1. Infecciones bacterianas o víricas crónicas como las producidas por el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV), el virus de Epstein-Barr (EBV), el herpes tipo 8 o el virus linfotrópico (HTLV, por sus siglas en inglés). Estos virus pueden afectar directamente a los linfocitos modificando su funcionamiento, replicación y pueden originar mutaciones genéticas en ellos. Por otra parte, cuando estas infecciones se vuelven crónicas, mantienen el sistema inmune activado de forma prolongada en el tiempo, lo que también puede favorecer las mutaciones genéticas.
  2. Enfermedades autoinmunes. Se ha descrito que algunos tipos de linfoma son más frecuentes en pacientes que tienen enfermedades autoinmunes, como el lupus o el síndrome de Sjögren. En estos casos, los procesos autoinmunes podrían facilitar, por ejemplo, una mayor activación y replicación de linfocitos B, facilitando la acumulación de mutaciones y la replicación descontrolada de linfocitos.
  3. La exposición a fármacos inmunosupresores que se utilizan en la prevención de rechazo postrasplante o en enfermedades autoinmunes.
  4. También existen datos, aunque poco concluyentes, que relacionan la aparición de linfoma con la utilización de productos tóxicos, como insecticidas o herbicidas.

En conclusión, aunque el desarrollo de un linfoma no Hodgkin no puede prevenirse completamente, al estar implicados multitud de factores, de los que faltan aún por identificar, existen ciertas recomendaciones que podrían disminuir su eventual aparición. En este sentido es importante cuidar el sistema inmunitario con una buena alimentación y hábitos de vida saludables, así como la prevención de infecciones que pueden desequilibrarlo.

Microinmunoterapia

La microinmunoterapia, con sus fórmulas a base de bajas dosis (low y ultra low doses) de citoquinas y otros mediadores inmunológicos, puede ayudar a restablecer el estado inmunológico adecuado en situaciones como las comentadas anteriormente en las que el organismo por sí solo sea incapaz.

Bibliografía

  1. American Cancer Society. Lymphoma. Accesible at: [https://www.cancer.org/cancer/lymphoma.html].
  2. Corthay A. Does the Immune System Naturally Protect Against Cancer? Frontiers in Immunology. 2014; 5:197.
  3. Hollander P., Rostgaard K., Smedby K.E, Chang E.T., Amini R.M, Brown P., et al. Autoimmune and Atopic Disorders and Risk of Classical Hodgkin Lymphoma, American Journal of Epidemiology 2015, 182(7):624–632.

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