La inflamación es un tema del que hemos hablado con frecuencia en nuestro blog, aun así nos parece interesante repasar las ideas principales de este proceso y su relación con las enfermedades crónicas.

¿Qué es la inflamación?

La inflamación es una respuesta del sistema inmune a un daño en el organismo. El daño puede ser causado por agentes de distinta naturaleza, por ejemplo mecánico (como puede ser un golpe o una fractura), infeccioso (por alguna bacteria o virus), químico (por contacto con alguna sustancia agresiva), etc.

Ante dicha agresión, el sistema inmune pone en marcha una serie de procesos necesarios para detectar, aislar y eliminar ese agente dañino. Posteriormente, se inician mecanismos de recuperación del tejido dañado. Estos procesos dan lugar a la característica tétrada de Celso: calor, rubor, tumor y dolor. El calor y rubor son debidos a una acumulación de sangre en el tejido afectado, el tumor es el aumento de tamaño de la zona inflamada, y se produce por la acumulación de células inmunes y salida del líquido plasmático y, finalmente, el dolor es debido a la acción de la presión y algunos mediadores sobre las terminaciones nerviosas.

En el proceso de inflamación, diferentes moléculas encargadas de la comunicación “célula a célula” conocidas como citoquinas, juegan un papel importante como mediadores de la inflamación. Existen por una parte citoquinas como la interleucina 1 y el factor de necrosis tumoral alfa, que van a promover la inflamación, la activación de diferentes células inmunitarias y la secreción de otras citoquinas. Y por otra parte, citoquinas antiinflamatorias como la interleucina 10 o el factor de crecimiento transformante beta, que contribuyen a la resolución de la inflamación y a la supresión de la activación de células inmunes, limitando así la duración de esta respuesta.

Los problemas aparecen cuando estos mecanismos de resolución son inadecuados o deficientes, y los procesos inflamatorios se convierten en un estado permanente y deletéreo (crónico).

¿Cuántos tipos de inflamación hay?

Principalmente existen dos tipos:

  • Aguda: de comienzo rápido y duración corta en la que predomina el exudado de fluido plasmático y la acumulación de linfocitos.
  • Crónica: se produce cuando la inflamación aguda no se resuelve. Permanece en el tiempo, bien porque el patógeno no se pueda eliminar como el caso de infecciones latentes, por la persistencia de cuerpos extraños o porque se desarrolle un problema de autoinmunidad.

¿Cómo se convierte la inflamación en crónica?

Si se da una situación de daño tisular, se va produciendo un equilibrio entre infiltración celular, división, migración y muerte. En la inflamación aguda, esa homeostasis evoluciona hacia la resolución y desaparición de la inflamación, sin embargo, la inflamación crónica hace que se produzca una acumulación y activación persistente de células inmunes.

En esta situación aumenta la secreción de citoquinas como el interferón beta, que prolonga la vida de los linfocitos y macrófagos dando lugar a la cronificación del proceso.

¿La inflamación crónica puede dar lugar a enfermedades?

Efectivamente, cuando la homeostasis es desfavorable y esta situación se mantiene, los macrófagos pueden producir daño tisular activando la formación de radicales libres y otros elementos oxidantes que son tóxicos para la célula. Si las células mueren, los tejidos se dañan y dejan de hacer su función dando lugar a enfermedades de tipo crónico. Las más relacionadas con este proceso son: diabetes, artritis reumatoide, Alzheimer, Parkinson, depresión, cáncer, fibromialgia, asma o enfermedad inflamatoria intestinal.

De ahí la importancia de curar bien las inflamaciones desde el inicio, y para ello es necesario mantener un sistema inmune sano que pueda regular adecuadamente el estado inflamatorio hacia la resolución de la enfermedad. En estos casos, la microinmunoterapia puede ser una gran ayuda para restaurar la el correcto funcionamiento del sistema inmune con el objetivo de recuperar y mantener una buena salud a largo plazo.

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Bibliografía

  1. Fares-Frederickson, D. M. Introducción a la inmunidad y a la inflamación. En: Las bases farmacológicas de la terapéutica, capítulo 34. McGraw-Hill Interamericana editores, nº13.
  2. Coussens, L.M., Zena W. Inflammation and cancer. Nature 2002, 420: 860-867.

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6 comentarios

    • Mi Sistema Inmune Responde3r

      Muchas gracias por tu comentario, nos alegra saber que puede ser útil.

      Saludos,

  1. Francisco Muñoz Responde3r

    Soy auto didacta. encuentro muy importante el tema inmunologico, no solo por cultura sino por su relacion con {a sa{ud

    • Mi Sistema Inmune Responde3r

      Así es Francisco,

      como bien dices el sistema inmune es muy importante porque está relacionado con la protección de nuestro organismo y de su buen funcionamiento depende que tengamos un estado saludable.
      Te animamos a continuar visitando nuestros artículos.
      Saludos

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