Tápers de plástico, botellas reutilizables, biberones infantiles, latas, empastes dentarios – estos son solo algunos de los objetos que utilizamos en nuestra vida cotidiana y cuyo uso podría dañar nuestra salud. ¿Por qué? En la fabricación de estos objetos se utilizan materiales como policarbonatos y resinas epoxi, sustancias en las que se encuentra una sustancia química llamada Bisfenol A (BPA) y cuya presencia implica importantes riesgos para la salud humana, como demuestran diferentes estudios. Entre estos riesgos, destacan el desarrollo de enfermedades como el cáncer, diabetes, problemas neurológicos y cardiovasculares.

Aunque su presencia en el medio ambiente es enorme, la mayor exposición de la población al BPA se produce a través de la alimentación. El BPA llega a los alimentos por factores como el calor del microondas, calentar alimentos en envases de plástico antes de servirlos, o por el simple contacto prolongado entre el plástico con BPA y los alimentos.

Es un importante perturbador del equilibrio hormonal humano que además, provoca alteraciones en órganos dependientes de hormonas como la glándula mamaria o la próstata. También está implicado en el inicio y desarrollo de tumores en estos órganos. Por lo tanto, es importante favorecer la eliminación de esta sustancia del organismo para evitar la aparición de las enfermedades arriba mencionadas o para evitar el avance del cuadro.

¿Cómo se elimina el Bisfenol A de nuestro cuerpo?

El BPA se metaboliza y elimina por procesos realizados de forma natural por el organismo como la glucuronidación y sulfatación. Durante estos procesos, el BPA libre se une al ácido glucurónico o a los sulfatos y esto favorece su inactivación y eliminación.

Sin embargo, factores como ciertas carencias nutricionales, llevan a una detoxificación deficiente del BPA. Esta detoxificación deficiente del tóxico, hace que el BPA se acumule y se oxide, y esto favorece el desarrollo de algunos tipos de tumores como el cáncer de mama y el de próstata.

Una deficiente glucuronidación y eliminación de tóxicos se da por ejemplo, cuando hay carencia de vitamina C. Por lo tanto, es muy importante mantener un buen nivel de vitamina C en todas las personas, así como suplir este nutriente esencial en pacientes de riesgo y oncológicos. Para estimular la eliminación de los tóxicos por sulfación, es recomendable comer verduras como el brócoli o verduras de la familia de las coles, que contienen sulforafano, un químico implicado en este proceso. Además, estos vegetales son potentes anti-cancerígenos.

Aplicación de la microinmunoterapia

En pacientes de riesgo y oncológicos, es importante regular además el sistema inmune, el pilar central de nuestra salud. La génesis y el desarrollo tumoral están estrechamente ligados a una falta de vigilancia por parte del sistema inmune.

En estos casos, la aplicación de una terapia inmunomoduladora como la microinmunoterapia, podría regular la respuesta inmune específica contra las células cancerosas. Con su composición (uso de mensajeros propios del sistema inmune), las dosis empleadas (bajas y muy bajas dosis) y su forma secuencial, la microinmunoterapia busca informar a las células del sistema inmune, como por ejemplo los macrófagos, las células dendríticas, los linfocitos B o las células Natural Killer, de la existencia de células alteradas en el organismo.

El objetivo es que se estimule la defensa celular anti-tumoral. Es decir, que las células inmunes retomen sus funciones propias, normalmente debilitadas, y que trabajen todas juntas para eliminar a las células tumorales.

En resumen, se puede afirmar que para restablecer un nivel óptimo de salud, es esencial trabajar simultáneamente sobre diferentes áreas terapéuticas. Áreas tan esenciales y diversas como el propio sistema inmunitario, la nutrición, la ecología, el entorno, el equilibrio psicoemocional, y otros.

Los usos presentados aquí son a título meramente informativo. En cualquier caso, le recomendamos que consulte con su médico para que le indique el tratamiento más adaptado a su histórico y sus necesidades.

Autora: Dra. Lourdes Reig

2 comentarios

  1. Una consulta, si yo dejo un pedazo de carne lo envuelvo en una bolsa de plastico y lo guardo en la refrigeradora, puede el BPA pàsar a la carne, pollo o pescado que guarde alli. Gracias.

    • Mi Sistema Inmune Responde3r

      Hola Victor,
      para que el BPA pase a los alimentos hace falta un tiempo de contacto muy prolongado, o que el recipiente de plástico esté en malas condiciones.
      Cuando se siguen las recomendaciones adecuadas para el acondicionamiento de los alimentos no existe problema.

      Saludos,

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