Se considera que hasta un 10% de los niños y jóvenes se ven afectados por verrugas cutáneas, con una mayor incidencia en la población adolescente de entre 12 y 16 años. Las verrugas son pequeñas lesiones en la piel, que aparecen como consecuencia de una infección por el virus del papiloma humano (VPH). Existen varios tipos del virus que pueden causar verrugas cutáneas en el niño, entre ellos el VPH 1, 2 y 3. Otros tipos, como el VPH 6 y 11 suelen ser causantes de verrugas genitales recurrentes en jóvenes.

En la mayoría de personas, las infecciones por VPH son pasajeras y no presentan ningún síntoma, por lo que pueden pasar desapercibidas. En general, desaparecen en un plazo de 2 años. Se cree que existen diversos factores que influyen en la progresión de estas infecciones, entre los que destacan: la predisposición individual, el estado inmunitario, la nutrición, las hormonas endógenas y exógenas, etc.

Precisamente, en la actualidad se sabe que cuando aparecen verrugas de forma crónica o recurrente, suele ser indicio de una alteración en el correcto funcionamiento del sistema inmune, que no puede hacerse cargo adecuadamente de la infección. Los principales mecanismos que se ponen en marcha para combatir una infección por virus del papiloma humano se basan en la inmunidad celular, es decir, en las respuestas de los linfocitos T citotóxicos y en la de las células Natural Killer. Fallos en estos mecanismos, como consecuencia de inmunodeficiencias, por ejemplo, puede favorecer el desarrollo de verrugas.

Reforzar las defensas en caso de verrugas

La microinmunoterapia busca apoyar al sistema inmunitario en su lucha contra las infecciones por virus del papiloma humano, responsables de la aparición de verrugas. Su objetivo es múltiple: impedir que el virus se multiplique e infecte otras células, favorecer una respuesta inmunitaria eficaz contra la infección por este virus y controlar la infección persistente así como las patologías asociadas. Teniendo en cuenta que el equilibrio del sistema inmune depende también de otros factores, como el estado emocional, es importante no olvidarse de tratar este aspecto. De hecho, se ha visto que existe una estrecha relación entre la baja autoestima y la dermatosis infantil. Lo cual supone un factor que puede agravar las complicaciones psicológicas relacionadas con esta enfermedad.

Bibliografía

  1. Mammas IN, Sourvinos G, Spandidos DA. Human papilloma virus (HPV) infección in children and adolescents. Eur J Pediatr. 2009 Mar;168(3):267-273.
  2. Weber MB, Lorenzini D, Reinehr CP, Lovato B. Assessment of the quality of life of pediatric patients at a center of excellence in dermatology in southern Brazil. An Bras Dermatol. 2012 Sep-Oct;87(5):697-702.

2 Comentarios

    • Mi Sistema Inmune Contestar

      Gracias David,

      nos alegra que te guste nuestro contenido. Te animamos a continuar visitando nuestro blog.

      Saludos

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