Se define como ‘disbiosis’ cualquier cambio en la composición de la flora microbiana residente en nuestro organismo en relación a la comunidad que existe en un individuo sano [1].

Hoy en día se sabe que cambios en la estructura de estas comunidades pueden ser responsables de respuestas erróneas del sistema inmunológico. Hay varios factores que pueden influir estos cambios: la dieta, las infecciones, el uso de antibióticos o la genética del huésped serían algunos ejemplos. Existen varios tipos de disbiosis: la relacionada con la pérdida de microorganismos beneficiosos, la asociada a la expansión de microbios patógenos y la debida a la pérdida de diversidad microbiana [1].

¿Cómo influye la flora bacteriana en el funcionamiento del sistema inmunitario?

Entre los órganos de nuestro cuerpo, el tracto gastrointestinal es la zona más expuesta a antígenos externos. Por esa razón, resulta esencial que el sistema inmunológico que actúa en ese lugar lo haga de manera regulada y precisa, siendo capaz de crear tolerancia a antígenos comensales y/o antígenos ingeridos en la dieta mientras reconoce y dispara una respuesta frente a agentes externos dañinos. La flora juega un papel esencial en este proceso. Por ejemplo, cambios en la composición de la microbiota intestinal pueden aumentar la susceptibilidad de padecer enfermedades crónicas como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn, la celiaquía (y otras alergias alimentarias) así como enfermedades sistémicas como la obesidad o la diabetes tipo 1 y tipo 2 [2]. Y, ¿a qué se debe esto?

Los microorganismos del tracto gastrointestinal llevan a cabo múltiples funciones: participan en los procesos digestivos (rompiendo carbohidratos complejos, produciendo ácidos grasos de cadena corta, sintetizando vitaminas…) pero también evitan infecciones, compitiendo contra organismos patógenos (evitando su adhesión al tejido, compitiendo por los nutrientes, secretando péptidos antimicrobianos, y manteniendo el pH intestinal) [2], [3], [4]. Entre sus funciones directas, influyen en la cantidad de linfocitos T reguladores (Treg), células esenciales en la adquisición de tolerancia en el intestino [3], [5]. En modelos animales se ha visto que la función de estas células se ve comprometida cuando no existe flora comensal y que puede restablecerse al restaurarla. Por lo que se sabe, esta regulación es llevada a cabo por ácidos grasos de cadena corta, es decir, productos de fermentación generados por estas bacterias [1], [2]. Por otro lado, también se ha demostrado que estas bacterias pueden reducir la inflamación controlando los niveles de citoquinas  [6]. Otra observación sugiere que las células epiteliales intestinales expresan menor cantidad de receptores de tipo Toll y moléculas del complejo II de histocompatibilidad  en ausencia de microbiota [7].

En definitiva, entender la relación que existe entre nuestro sistema inmunitario y nuestra microbiota nos ayudaría a dirigir nuevas terapias que mejoren nuestra salud digestiva e intestinal.

 

Bibliografía

[1]       C. Petersen and J. L. Round, “Defining dysbiosis and its influence on host immunity and disease,” Cell. Microbiol., vol. 16, no. June, pp. 1024–1033, 2014.

[2]       K. Brown, D. DeCoffe, E. Molcan, and D. L. Gibson, “Diet-induced dysbiosis of the intestinal microbiota and the effects on immunity and disease,” Nutrients, vol. 4, pp. 1095–1119, 2012.

[3]       S. K. Mazmanian and Y. K. Lee, “Interplay between intestinal microbiota and host immune system,” J. Bacteriol. Virol., vol. 44, no. 1, pp. 1–9, 2014.

[4]       N. Cerf-Bensussan and V. Gaboriau-Routhiau, “The immune system and the gut microbiota: friends or foes?,” Nat. Rev. Immunol., vol. 10, no. 10, pp. 735–744, 2010.

[5]       T. Hrncir, et al. “Gut microbiota and lipopolysaccharide content of the diet influence development of regulatory T cells: studies in germ-free mice.,” BMC Immunol., vol. 9, no. 1, p. 65, Jan. 2008.

[6]       M.-A. von Schillde, et al. “Lactocepin secreted by Lactobacillus exerts anti-inflammatory effects by selectively degrading proinflammatory chemokines.,” Cell Host Microbe, vol. 11, no. 4, pp. 387–96, Apr. 2012.

[7]       J. L. Round and S. K. Mazmanian, “The gut microbiota shapes intestinal immune responses during health and disease.,” Nat. Rev. Immunol., vol. 9, no. 5, pp. 313–23, May 2009.

Deja tu comentario

Avisamos a los usuarios que al dejar un comentario en este blog se solicitan datos como un nombre que podrá ser de carácter público y por tanto visible por todos los usuarios. La dirección de correo electrónico no será publicada. El usuario que introduzca un comentario debe tener presente que sus publicaciones podrán ser conocidas por otros, por lo que DIMI S.L no se hace responsable de los contenidos que libremente haya publicado o compartido el usuario. Por la presente, el usuario mismo es el principal responsable de su privacidad. Para más información sobre nuestra política de protección de datos consulte nuestro Aviso legal.

¿Quieres seguir descubriendo tu sistema inmunitario?

Suscríbete a la newsletter trimestral y te contaremos todas las claves sobre tu sistema inmune: sus funciones, importancia y cómo cuidarlo.