Los linfocitos T juegan un papel importante en la protección del organismo frente a infecciones y procesos tumorales. Estas células se activan sólo cuando reconocen las “señales de peligro” emitidas por otras células. Así por ejemplo, una célula infectada o una célula inmune que ha encontrado un patógeno presentará en su superficie fragmentos (péptidos) del antígeno para que puedan ser detectados por los linfocitos T. Para ello, es necesario además que estos péptidos estén unidos a una molécula que se conoce como la molécula MHC (del inglés: major histocompatibility complex). Estas moléculas se encuentran en todos los vertebrados y sirven para ayudar al sistema inmune a diferenciar entre lo propio y lo ajeno. Representan, por tanto, una especie de “pasaporte” que hay que mostrar a los linfocitos T y que determinará si es necesaria su intervención o no. En humanos estas moléculas se conocen también como el sistema HLA (del inglés: human leucocyte antigen).

Se distinguen dos clases de moléculas MHC implicadas en la presentación del antígeno:

  • MHC de clase I: estas moléculas aparecen en la superficie de casi todas las células del organismo y su principal función consiste en avisar al sistema inmune de la presencia de un elemento extraño en el interior de una célula (antígeno intracelular), como puede ser un virus. Estas moléculas interactúan principalmente con las células T citotóxicas (CD8+) que procederán posteriormente a la destrucción de esta célula alterada.
  • MHC de clase II: estas moléculas se expresan sobre todo en células presentadoras de antígeno como las células dendríticas y los macrófagos. Presentan antígenos extracelulares a los linfocitos T helper (CD4+) con el fin de poner en marcha una respuesta inmune específica.

Las moléculas MHC, aparte de ser de gran importancia en la presentación antigénica, tienen numerosas implicaciones clínicas.

Implicaciones clínicas

Existen numerosas variaciones en los genes que codifican por estas proteínas. Es por ello que cada persona expresa unas moléculas que son diferentes de los demás (excepto en el caso de los gemelos idénticos). Este aspecto es determinante en el rechazo de trasplantes de tejidos, ya que en estos casos el sistema inmune del receptor reconoce a estas moléculas como extrañas y las ataca.

Además la expresión de ciertas variantes genéticas del sistema HLA se ha asociado con un riesgo más elevado de presentar ciertas enfermedades, especialmente de origen autoinmune  e infeccioso.

Bibliografía

  1. Choo SY. The HLA system: genetics, immunology, clinical testing, and clinical implications. Yonsei Med J. 2007 Feb 28;48(1):11-23.
  2. Mehra NK et al. The HLA Complex in Biology and Medicine: A Resource Book. New Delhi: Jaypee Brothers Medical Publishers, 2010.

1 Comentario

  1. Mi Sistema Inmune Contestar

    Gracias Luciano, precisamente ese es nuestro objetivo.

    Te animamos a continuar visitanto nuestro blog.

    Saludos

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