La gripe es una infección aguda, muy contagiosa, causada por un virus. Se contagia principalmente a través de las gotitas aéreas que se producen con la tos, estornudos y el habla, aunque en menor medida también se propaga a través de superficies contaminadas por esas gotitas. Su vía de entrada en nuestro organismo es por tanto a través de las vías aéreas (nariz, boca).

La enfermedad se prolonga de 7 a 10 días y cursa con fiebre, cefaleas, dolor muscular, cansancio, mareo, tos, etc. Con frecuencia se confunde con un catarro o resfriado, ya que los síntomas son similares.

Cuando el virus de la gripe entra en el organismo desencadena una respuesta inmune innata a través de macrófagos, leucocitos y otras células que presentan unos receptores específicos capaces de reconocer el virus. Al activarse esos receptores se desencadena una serie de procesos cuyo objetivo es la eliminación del virus. Entre esos procesos se encuentran: la secreción de interferón, proliferación de células T, activación de células NK, etc., y se va desarrollando la respuesta inmune adaptativa. Hay estudios que relacionan la liberación temprana de interferón a nivel nasal y pulmonar con una menor replicación viral.

En general, se recomienda no acudir a centros de urgencias hospitalarias que puedan estar saturados estos días. En estos casos suele ser mejor permanecer en cama guardando reposo, procurar mantener una buena hidratación y hacer un tratamiento sintomático del dolor, tos y fiebre, esperando a que remita el episodio.

Si estamos ante pacientes complejos, con enfermedades de base que puedan agravar la situación, como ancianos, pluripatológicos, inmunodeprimidos, etc., será mejor acudir al médico para que valore cual es el mejor tratamiento a seguir.

De todas formas, es recomendable intentar prevenir la infección manteniendo un sistema inmune fuerte y en buenas condiciones. En este contexto, la microinmunoterapia, al estar compuesta por los mismos “mensajeros” que el sistema inmune, puede ayudar a “reajustar” la respuesta inmunitaria para que nuestro organismo detecte y controle de forma más rápida y precisa estos virus. También conviene romper la cadena de contagio con medidas higiénicas adecuadas como el lavado de manos y toser o estornudar sobre pañuelos de papel desechables.

Bibliografía:

  1. Dougan SK1, Ashour J, et al. Antigen-specific B-cell receptor sensitizes B cells to infection by influenza virus. Nature. 2013 Nov 21;503(7476):406-9. doi: 10.1038/nature12637. Epub 2013 Oct 20.
  2. Wyde PR, Wilson MR, Cate TR. Interferon production by leukocytes infiltrating the lungs of mice during primary influenza virus infection. Infect Immun. Dec 1982;38(3):1249-1255.

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