Los casos de Alzheimer se habrán casi triplicado para el año 2050 con respeto al año 2010, según nuevas estimaciones. ¿Podrían algunos de estos casos prevenirse llevando una vida sana? Según un estudio(1) publicado en la revista The Lancet Neurology de este año, la respuesta es sí. Más de un tercio de los casos de Alzheimer son atribuibles a factores de riesgo potencialmente modificables como diabetes, hipertensión y/u obesidad en la mediana edad, inactividad física, depresión, tabaquismo y un nivel de educación bajo. Es decir, la incidencia de Alzheimer se podría reducir mejorando el acceso a la educación y haciendo cambios en el estilo de vida y en la alimentación como aumentar la actividad física, apostar por una dieta equilibrada o eliminar hábitos tóxicos.

Durante la Conferencia Internacional sobre Nutrición y Cerebro que se celebró en julio de 2013 en Washington también se discutió sobre la importancia de un estilo de vida saludable como forma de prevención del Alzheimer. Como resultado de esta discusión se establecieron siete recomendaciones básicas(2) para la prevención de esta enfermedad, que se indican a continuación:

    1. Reducir la ingesta de grasas saturadas y grasas trans: En diferentes estudios se mostró que estos tipos de grasas están relacionados con el deterioro cognitivo así como con enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2, que a su vez, representan un factor de riesgo para el Alzheimer.

2. Aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y granos enteros: Estos alimentos proporcionan importantes micronutrientes esenciales para el buen funcionamiento del cerebro.

3. Proveer el cuerpo con la vitamina E preferentemente a través de la alimentación y no a través de suplementos: Las semillas, nueces, vegetales de hoja verde, y los granos enteros son fuentes importantes de la vitamina E.

4. Medir los niveles de la vitamina B12 y suplementar en caso de deficiencia: La vitamina B12 juega un papel importante en la salud del cerebro y en la del sistema nervioso.

5. En caso de administración de un complejo vitamínico, elegir aquellos que no contengan también hierro o cobre: En algunos estudios se ha sugerido que el exceso de hierro o cobre en el organismo podría contribuir a problemas cognitivos en ciertas personas.

6. Minimizar la exposición al aluminio evitando productos que lo contengan como algunos productos alimenticios o ciertos antitranspirantes: Aunque la importancia del aluminio en el desarrollo del Alzheimer sigue siendo un tema controvertido, es prudente evitarlo.

7. Incluir ejercicios aeróbicos en el día a día, equivalente a 40 minutos de caminar tres veces por semana: Las personas que practican el ejercicio físico regularmente muestran un riesgo menor de desarrollar el Alzheimer.

Otras prácticas saludables que están incluidas en estas siete recomendaciones, pero merecen ser mencionadas son: Dormir las horas suficientes y ejercitar la mente de forma regular.

Mediante la combinación de estas medidas se podría conseguir una mejoría en el estado físico y mental y de esta forma evitar el posible desarrollo de Alzheimer. ¡Así que no esperes más y empieza a cuidarte ya si quieres conservar un buen estado de tu mente en la mediana edad!

Bibliografía

(1) Norton S et al. (2014). Potential for primary prevention of Alzheimer’s disease: an analysis of population-based data. Lancet Neurol. 13(8):788-94.

(2) Barnard ND et al. Dietary and lifestyle guidelines for the prevention of Alzheimer’s disease. Neurobiol Aging. 35 Suppl 2:S74-8.

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